Un
mundo digital inclusivo no puede existir sin la participación de las
mujeres
Verónica
Morales Arévalo
El
lema 2023 de la ONU para el Día Internacional de la Mujer dice: “Por
un mundo digital inclusivo: Innovación y Tecnología para la
igualdad de género”, como ingeniera e investigadora en gestión de
la innovación y la tecnología el tema me ha tocado de cerca y me
permito hacer algunas reflexiones.
El
número de mujeres graduadas
en áreas STEM (Science
Technology Engineering and Mathematics o
Ciencia Tecnología Ingeniería y Matemáticas en castellano)
en
el
mundo
es
de alrededor el 35%
(UNESCO, 2021). En
Ecuador, las mujeres
que estudian en esta
área representan
solo el 23% en
Tecnologías de la
Información, el 27%
en Ingeniería,
Industria y Construcción, y el
40% en Ciencias
Naturales, Matemáticas y Estadística (SENESCYT, 2020) Considerando
que las
necesidades de la 4ta revolución industrial y
el aceleramiento de la transformación digital en los últimos años,
han generado una
creciente demanda en
personal con formación STEM; por
lo que, la
brecha de género
en estas áreas es preocupante al
implicar
menores oportunidades de empleo para
las mujeres en
actividades
que son
impulsoras de
la innovación y el desarrollo. Además, la falta de mujeres en esta
área del conocimiento,
profundiza los
estereotipos sociales que consideran que no somos buenas en el campo
científico-tecnológico y no
visibiliza a las potenciales referentes
STEM;
posiblemente sea esta
también una de las
razones para que el analfabetismo
digital en Ecuador
sea del
9% en hombres y del
11% en mujeres (INEC, 2021).
En
las actividades de científico-tecnológicas, en Ecuador el 40% de
las personas dedicadas a la ciencia son mujeres (UNESCO, 2021). Sin
embargo, si se describe el detalle del personal de ciencia y
tecnología por tipo de función desde las que mayor impacto tienen
sobre resultados de investigación, se observa que los hombres ocupan
principalmente funciones de investigadores a tiempo completo
(alrededor del 60%), mientras las mujeres quedan relegadas a
funciones como investigadoras a tiempo parcial o como el personal de
apoyo (administrativos y técnicos) con porcentajes cercanos al 40%
(INEC & SENESCYT, 2015), estos son algunos ejemplos sin hablar de
las diferencias en remuneraciones y el techo de cristal existente
para ser representadas en puestos de decisión.
Desde
mi realidad de ingeniera e investigadora STEM, observo también otras
discriminaciones que profundizan la brecha de género. Para empezar,
la mayoría de investigadoras somos parte de equipos liderados por
hombres y muchas veces además de nuestro trabajo científico, nos toca
realizar más tareas administrativas en comparación con los colegas hombres, las cuales consumen tiempo y nos
alejan de nuestros objetivos de investigación. En otros casos, se
nos incluye en las investigaciones para dar la imagen de un “grupo
diverso”, pero no nos valora por nuestras capacidades sino
porque nuestro género les califica como un grupo “no machista” , o "equitativo"
y les puede dar mayor aceptación en el medio o acceso a financiamientos específicos.
El área STEM también
es un espacio en el que aún persisten estereotipos sociales en
contra de las mujeres desde muchos de nuestros pares académicos, quienes
en muchas ocasiones muestran un machismo naturalizado. Todo esto
complica nuestro avance en la carrera científico-tecnológica y hace
que sea más difícil encontrar referentes mujeres que motiven a las
nuevas generaciones hacia estas áreas del conocimiento. Por eso, a
pesar de considerar que el hecho de que ser mujer STEM me ubica ya en
una élite que ha estudiado, y tiene una especialidad altamente
demandada en el mercado, también me muestra que en todos los
sectores sociales y económicos las mujeres debemos remar con más
fuerza para alcanzar la corriente de nuestro desarrollo profesional.
Fuera
del ámbito STEM sigo siendo mujer, y aún hay más obstáculos que
atravesar para el desarrollo profesional. Así, solo el 22% de las
empresas que nacen considera al menos una mujer entre sus fundadores
(IFC, 2022), en Ecuador aproximadamente el 32% de los accionistas de
las empresas nuevas son mujeres y poco más del 40% de ellas cuentan
con estudios superiores (Schwartz
& Guaipatín,
2014). Por otro lado, somos profesionales
pero fuera de oficina somos nosotras las que cuidamos de nuestros
seres queridos y nuestros hogares, así en América Latina, las
mujeres dedicamos 3 veces más tiempo a la economía del cuidado en
comparación con los hombres (World Bank, 2022). Con estas cifras,
que solo ven aspectos laborales creo que se puede entender que no sea
fácil desarrollar suficientes referentes mujeres en áreas STEM.
Además, no estamos exentas de otras discriminaciones y toda la
diversidad de violencia de la que somos víctimas por simple hecho de
ser mujeres.
Por
todo eso y mucho más, debemos recordar que el camino de las mujeres sea
el ámbito que sea, siempre tiene muchas barreras que complican su
dearrollo personal y profesional. En fechas simbólicas como el 8 de
marzo día internacional de la mujer o el segundo martes de ocutubre que
celebramos el cía de Ada de Lovelance para visibilizar a las mujeres
del área STEM, debemos recordar a
grandes luchadoras gracias a las cuales vamos ganando espacios en la
sociedad y rompiendo las brechas de género. Pero, aún faltan muchos
derechos que conquistar y por eso no podemos parar de luchar hasta
sentirnos realmente libres, seguras y en equidad de oportunidades para
construir un mundo más justo, inclusivo y solidario.
Referencias
IFC.
(2022). Acceso al Financiamiento Abre Oportunidades para Mujeres
Emprendedoras.
https://www.ifc.org/wps/wcm/connect/NEWS_EXT_CONTENT/IFC_External_Corporate_Site/News+and+Events/News/Impact-Stories/Banking-on-Women-LAC-Spanish
INEC.
(2021). Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo.
Trimestre: Enero-marzo 2021. INEC.
https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/EMPLEO/2021/Trimestre-enero-marzo-2021/Trimestral%20enero-marzo%202021_Mercado_Laboral.pdf
INEC,
& SENESCYT. (2015). Encuesta Nacional de Actividades de
Ciencia, Tecnología e Innovación—ACTI 2012-2014—Metodología.
INEC.
Schwartz,
L., & Guaipatín, C. (2014). Ecuador: Análisis del Sistema
Nacional de Innovación: Hacia la consolidación de una cultura
innovadora. BID.
chrome-extension://oemmndcbldboiebfnladdacbdfmadadm/https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Ecuador-An%C3%A1lisis-del-Sistema-Nacional-de-Innovaci%C3%B3n-Hacia-la-consolidaci%C3%B3n-de-una-cultura-innovadora.pdf
SENESCYT.
(2020). Boletín anual—SENESCYT/ Versión N.- 2 / AGOSTO 2020
/Quito—Ecuador /Análisis anual de los principales indicadores de
educación superior, ciencia, tecnología e innovación (SENESCYT).
UNESCO.
(2021). Informe sobre la ciencia.
https://www.unesco.org/reports/science/2021/es/dataviz/share-women-researchers-radial
World
Bank. (2022). Women, Business and the Law 2022.