sábado, 9 de febrero de 2013

Breve revisión de algunos aspectos de la crisis en la Eurozona

   
Sede de la Comisión Europea, Bruselas

En los últimos años una tormenta económico-financiera ha caído sobre la Unión Europea afectando particularmente a los Estados miembros más débiles que forman parte de la joven Eurozona. Esta crisis ha permitido percibir varias debilidades estructurales que son claves en la gobernanza económica de la región y ha evidenciado la necesidad de una reforma estructural para construir una Europa más fuerte que pueda hacer frente a las debacles económicas y promueva el crecimiento de sus Estados miembros, es así que hoy en día este es un debate de actualidad en el seno de las instituciones europeas.

Por otro lado para afrontar la crisis se han debido poner en marcha medidas de austeridad en prácticamente todos los Estados miembros de la Unión, estas medidas han sido mucho más impopulares en los países que tienen un déficit presupuestario insostenible como es el caso de Grecia, España, Irlanda y Portugal. Como consecuencia a las medidas tomadas por estos Estados se ha llegado a situaciones catastróficas en comparación con la situación previa que está mas acorde con el concepto de estado de bienestar, esto ha generado una creciente movilización popular que denuncia la terrible situación en la que se encuentran los ciudadanos pero que lamentablemente hasta ahora no ha podido proponer soluciones reales a la crisis.

Este artículo pretende dar un poco de luz sobre las causas de la actual crisis en la Eurozona, se intentará dar una visión global conjunta del marco institucional y de ciertos aspectos que considero relevantes, espero en futuras entregas realizar análisis más profundos sobre temas específicos de la política económica en la Unión Europea.

1. Algunos aspectos institucionales.

1.1. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento, un arma de doble filo.


Una de las causas fundamentales de la crisis es la débil integración económica de los países periféricos de la Eurozona en acuerdo con los criterios de convergencia de la Unión Económica y Monetaria (UEM) establecidos en el Tratado de la Unión Europea (TUE) firmado en Maastricht en 1992 y el cual marca una nueva etapa de integración europea. En este tratado se establecen básicamente dos componentes básicos de la UEM, estos son: la creación de una moneda común “el Euro”, y la coordinación de las políticas económicas y presupuestarias de los Estados miembros con el fin de que contribuyan a los objetivos de la Unión Europea, entre los que se incluyen el crecimiento y el empleo (Toute l'Europe, 2012).

La UEM estableció una política monetaria única para toda la Eurozona, sin embargo como observan Verhofstadt y Cohn-Bendit (2012) no se introdujo una política fiscal paralela que la apoyara. Es así como a diferencia de otras moneda como el dólar o el yen, el euro depende en 17 diferentes estrategias económicas en los países de la Eurozona, teniendo además ciertas limitaciones como la falta de una tesorería común, la imposibilidad de emitir bonos de deuda común y la inexistencia de un ente supervisor de la banca común a todos los Estados miembros, esto explica por ejemplo porqué algunos bonos de deuda emitidos por Estados soberanos de la Eurozona tienen intereses más altos que los de Estados Unidos o Japón a pesar de tener una deuda pública más baja, otros criterio que explica la diferencia en valor de los intereses es que la prima de riesgo de estos Estados miembros será más alta que la de Estados Unidos o Japón.

Otro aspecto que aceleró e intensificó la crisis es es la ruptura de las reglas comunes de disciplina presupuestaria al interior de la UEM, esto se evidenció particularmente en octubre del 2009 luego de que el recientemente electo gobierno socialista de Grecia anunciara un aumento imprevisto del déficit presupuestario que llegaría al 12,7% y no del 6% como el gobierno anterior de línea conservadora lo había anunciado antes, más aún tomando en cuenta que Grecia se había comprometido ante la Comisión Europea bajo el marco del Programa de Estabilidad que en ese año su déficit alcanzaría el 3,7% más cercano al techo referente de la Eurozona del 3% (OECD, 2009).

Este anuncio generó un colapso general en el entorno económico europeo y mostró las falencias de las reglas de disciplina presupuestaria, en particular la magnitud de la rectificación del déficit anunciado puso en tela de duda la buena fe de las autoridades griegas, además hizo notar la reducida capacidad de EUROSTAT para para auditar adecuadamente las estadísticas suministradas por las autoridades nacionales, esta situación de “déficit excesivo” hizo evidente la carencia de autoridad moral de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) desde su reforma de 2005 , cabe notar que este pacto considera dos aspectos: uno preventivo en el que se incluyen todas las reglas presupuestarias y mecanismos para garantizar un déficit inferior al 3% del PIB de cada uno de los Estados miembros,y otro correctivo que establece sanciones para quienes incumplan con las medidas preventivas (Escolano, 2011), este diseño del plan fue hecho para mantener la estabilidad económica y la probidad fiscal de los países de la Eurozona.

Sin embargo ni Grecia ni ninguno de los otros países periféricos que hoy sufren la crisis fueron los primeros en incumplir con el PEC, como lo indica Gingsberg (2007) la Comisión Europea en el 2003 recomendó citar al Consejo de Europa a Alemania y Francia por haber tenido un exceso de déficit presupuestario y por tanto incumplido con el PEC, no obstante el Consejo apoyado principalmente por Gran Bretaña e Italia tomó la desconcertante decisión de suspender la sanción por incumplimiento de las reglas de disciplina presupuestaria. Ante esta situación la Comisión Europea llevó al Consejo de Europa ante el Tribunal Europeo de Justicia que en julio del 2004 anuló la decisión previa del Consejo pero dejó al PEC en un limbo legal que se resolvió con la reforma del 2005, la que que luego de pocos meses de aplicación fue calificada por José Manuel González-Páramo, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), como inquietante pues podría ser una oportunidad para que los Estados miembros reafirmen su compromiso con el Pacto, pero también podría crear el riesgo de que los mismos abusen de su mayor capacidad discrecional, justamente este abuso ocurrió apoyado en el hecho de que varios de los Estados miembros como es el caso de España e Irlanda pasaban por un momento de expansión económica, crecimiento de los ingresos fiscales y altos precios de los activos (Escolano, 2011).

1.2. Europa 2020, la nueva estrategia de crecimiento


Para hacer frente a la crisis dentro de la Eurozona como lo indica (Hacker y Van Treek, 2010) la Unión Europea (UE) se ha planteado dentro de la estrategia Europa 2020 la necesidad de coordinar de forma paralela la política monetaria y fiscal, además se supervisará de cerca los aspectos macroeconómicos puesto que ciertos desequilibrios a este nivel pueden ser fatales para la Unión Monetaria.

Sin embargo la estrategia Europa 2020 no solo permitirá hacer frente a la crisis en la que se encuentran varios de los Estados miembros de la UE, la estrategia también plantea la urgente necesidad de enmendar las falencias del actual modelo de crecimiento y para esto considera 3 prioridades:
  • Crecimiento inteligente: desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación.
  • Crecimiento sostenible: promoción de una economía que utilice más eficazmente los recursos, que sea verde y más competitiva.
  • Crecimiento integrador: fomento de una economía con un alto nivel de empleo que redunde en la cohesión económica, social y territorial.
Estas prioridades están ligadas a 5 objetivos concretos cuantificables a 2020 que marcarán la pauta del proceso y se traducirán en objetivos nacionales:
  1. El 75 % de la población de entre 20 y 64 años debería estar empleada.
  2. El 3 % del PIB de la UE debería ser invertido en I+D.
  3. Debería alcanzarse el objetivo «20/20/20» en materia de clima y energía (incluido un incremento al 30 % de la reducción de emisiones si se dan las condiciones para ello).
  4. El porcentaje de abandono escolar debería ser inferior al 10 % y al menos el 40 % de la generación más joven debería tener estudios superiores completos.
  5. El riesgo de pobreza debería amenazar a 20 millones de personas meno s.
Además se plantean iniciativas emblemáticas en áreas interrelacionadas como son la innovación, la economía digital, el empleo, la juventud, la política industrial, la pobreza y el uso eficiente de los recursos, cabe indicar que estas iniciativas se materializarán tanto en los en la UE como en sus Estados miembros. Como lo indica José Manuel Durão Barroso, Presidente de la UE, con la estrategia Europa 2020 la Unión Europea desea alcanzar una economía inteligente e integradora que contribuya a que se generen altos niveles de empleo, productividad y cohesión social. (UE, 2010).

2. Estados periféricos, el rol de Alemania

2.1. El modelo de flexibilidad laboral


Los países periféricos (Grecia, Irlanda, Portugal y España) ingresaron al euro con tasas de interés altas pero bajo un aparente control de la inflación, bajo estas condiciones se fomentó la naciente competitividad de estos países para lo que se implementaron políticas de flexibilización laboral, sin embargo los salarios y el estado de bienestar de los Estados periféricos siempre fueron más bajos en comparación con los otros países de la Eurozona. Alemania gracias a su competitividad logró en la primera década de este milenio generar un importante superávit pero fue implacable con sus trabajadores al imponer una política acentuada en la flexibilización del empleo que si bien permite mostrar en términos estadísticos una taza muy baja de desempleo al mismo tiempo genera una precarización del mercado laboral y del estado de bienestar como por ejemplo con la creación de los denominados “mini jobs”. Por todo esto, es preocupante la promoción que desde los gobiernos de derecha en la Eurozona se ha hecho por la implementación de políticas de flexibilización del empleo basadas en la experiencia alemana, es importante notar que este tipo de políticas no necesariamente garantizan un crecimiento económico sostenible, es así que Lapavitsas (2012) nota que en el caso alemán la competitividad fue la única fuente de dinamismo de la economía a inicios de los años 2000 pero su rendimiento en términos de empleo, productividad, inversión y consumo ha sido mediocre.

El superávit alemán se transformó en capital de exportación en forma de préstamos interbancarios e inversión extranjera directa de los cuales los principales receptores fueron los países periféricos de la Eurozona. Estos capitales permitieron que la productividad en la periferia se incrementen incluso en en mayor nivel que en Alemania, pero las condiciones de la UEM no facilitaron el desarrollo de una productividad sostenible debido en gran parte a los bajos niveles de tecnología (con excepción de Irlanda) como lo indica Lapavitsas (2012).. Los Estados periféricos establecieron estrategias de crecimiento en acorde con su historia, política y estructura económica, es así que en Grecia y Portugal se tuvo un elevado nivel de consumo mientras que España e Irlanda se promovió la inversión inmobiliaria y la especulación bancaria.

2.2. Las finanzas y la deuda pública


La crisis financiera mundial del 2007-2009 también afectó notablemente a la UE con el agravante de no existir como en los Estados Unidos un amplio presupuesto federal y un marco supervisor integrado. En la Eurozona bajo una estructura adoptada en el Tratado de Maastrich el rescate bancario debe ser soportado de forma íntegra por los presupuestos nacionales de los Estados miembros quienes a su vez son los responsables de la supervisión de sus respectivos bancos. Tomando en cuenta que la experiencia indica que el costo de una crisis bancaria está entre el 10% y el 30% del PIB, podemos imaginarnos el inmenso impacto que el rescate bancario impone sobre los presupuestos públicos (Escolano, 2011). Como consecuencia se ha debido hacer frente a una larga recesión con altos gastos públicos, incremento del desempleo, reducción de los servicios sociales y otras medidas impopulares que afectan particularmente a la clase trabajadora y a los sectores menos favorecidos de la sociedad.

La ruptura de la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos entre el 2007 – 2009 generalizó la crisis a nivel mundial, particularmente debido al incremento del riesgo de las primas de los activos, en Europa esta crisis se reflejó en la pérdida de liquidez de los bancos a partir del 2007 como se observó en el caso de Grecia donde a pesar de todo no se tuvo problemas de solvencia debido a que los bancos estuvieron bien capitalizados. Sin embargo tanto para España como para Irlanda la falta de liquidez vino acompañada de problemas de capitalización, en España este problema se dio a partir de la depreciación de los bienes luego de la ruptura de la burbuja inmobiliaria local, en cambio en Irlanda los problemas de capitalización fueron posteriores a la caída de Lehman Brother en el 2008, compañía en la cual había inmensas inversiones de la banca irlandesa. Esto muestra como lo indica Escolano (2011) que los países de la periferia que son relativamente más débiles pero con un balances bancarios amplios en relación con el PIB sean los estructuralmente más vulnerables ante una crisis bancaria derivada como la que se vivió en esos años, por esto son los países en los que las primas de riesgo se dispararon creando gran desconfianza en el mercado.

Bajo este contexto y considerando que los presupuestos nacionales de los Estados miembros no fueron suficientes para afrontar la crisis financiera, la UE tuvo que establecer programas de asistencia financiera que entre otras cosas también sirvieron para el salvamiento de los bancos. Es importante indicar que la decisión de dar asistencia financiera a los Estados periféricos para la crisis desde la UE fue muy criticada en particular desde los Estados miembros más fuertes como Alemania, Gran Bretaña y Francia, no obstante la misma Alemania es quien mayor interés tenía en este asunto puesto que fue la banca alemana con su exportación de capitales la que alimentó la especulación inmobiliaria en España y la que tenía inmensas inversiones en Grecia y otros países periféricos, por lo que es lógico entender que haya habido una fuerte defensa de los bancos alemanes con el objetivo de que la ayuda financiera sirva particularmente para pagar la deuda privada como lo reconoció hace poco tiempo Peter Böfinger uno de los asesores económicos del gobierno alemán (Navarro, 2012). En algunos casos la situación de vulnerabilidad de los Estados miembros fue tal que incluso se tuvo que buscar financiamiento desde otras instituciones ajenas a la UE como en caso de Grecia y más recientemente en Chipre donde ha intervenido el FMI.

3. Hacia una auténtica Unión Económica y Monetaria


En junio de 2012 el Consejo de Europa invitó al Presidente del Consejo Europeo en colaboración con el Presidente de la Comisión, el Presidente del Eurogrupo y el Presidente del BCE ha elaborar una hoja de ruta para la consecución de una auténtica Unión Económica y Monetaria (UEM), luego de un amplio debate en el seno de todas las instituciones europeas se ha llegado ha algunos consensos. Se ha considerado que para todos los estados miembros que comparten el Euro el proceso de construcción de esta unión debe caracterizase por una apertura y transparencia que sea totalmente compatible con el mercado único en todos sus aspectos. Los mecanismos que se establezcan para el desarrollo de la UEM deberán garantizar:
  • políticas nacionales saneadas que permitan que los estados miembros aprovechen de los beneficios de la unión en términos económicos,
  • confianza y eficacia de las políticas nacionales y europeas que apoyen la estabilización de los sistemas bancarios, protejan a los ciudadanos de los efectos de las políticas económicas y presupuestarias irresponsables y permitan un alto nivel de crecimiento y bienestar social a pesar de que el entorno internacional no sea favorable..
Para establecer estas nuevas estrategias y políticas se han establecido 4 fases:
  • Primera fase (finales de 2012-2013): Asegurar la sostenibilidad presupuestaria y romper el vínculo entre bancos y emisores soberanos.
  • Segunda fase (2013-2014): Completar el marco financiero integrado y promover políticas estructurales saneadas.
  • Tercera fase (después de 2014): Mejorar la capacidad de adaptación de la UEM mediante la creación de una función de amortiguación de choques a nivel central.
Los retos que se plantea para construcción de la auténtica UEM muestran claramente la necesidad de una fuerte cohesión entre le UE y todos sus Estados miembros a fin de que el lema "Más Europa" sea comprendido como medio para servir a los ciudadanos europeos y aumentar su prosperidad (Van Rompuy et al, 2012).

Cumpliendo con la primera fase de este proceso el 13 y 14 de diciembre pasados, el Consejo Europeo llegó a un acuerdo sobre de la supervisión bancaria, este acuerdo contiene dos propuestas que permitan establecer un mecanismo único de supervisión (MUS) para las entidades de crédito. Las propuestas se refieren a dos Reglamentos: uno que confía tareas de supervisión al Banco Central Europeo, y el otro que modifica el antiguo Reglamento de la UEM y permite la creación de la Autoridad Bancaria Europea (ABE). El MUS estará integrado por el BCE y las autoridades nacionales competentes, además tendrá como función la supervisión directa de los bancos de la Eurozona, los Estados miembros que no compartan unidad monetaria podrán ser miembros del MUS bajo concertación y acuerdo de estrecha colaboración (Consejo Europeo, 2012).

4. Conclusiones


La diversidad de estructuras político-económicas y de estrategias de crecimiento de los gobiernos nacionales de los Estados miembros aportan a la no uniformidad de la crisis económico-financiera de la Eurozona, por lo que no se puede esperar que exista una receta única a aplicar para enfrentarla. Dada la gravedad de la crisis de los países periféricos sus gobiernos nacionales han tenido que optar por medidas sumamente impopulares que afectan en mayor medida a los sectores más vulnerables de la sociedad y han generado una gran desconfianza en la clase política que se ha visto reflejada en los resultados electorales de los últimos procesos y en la creciente conflictividad social.

Es evidente la necesidad de reforzar el marco de gobernanza económica en la UE, hay algunas reformas urgentes a realizar a fin de que la UEM tenga mayor poder de decisión sobre la política monetaria y pueda utilizarla como un instrumento de crecimiento, las reformas no solo deben incluir al Pacto de Estabilidad y Crecimiento sino también a otras instancias como el Banco Central Europeo y sus posibilidades de maniobra, en resumen, se requieren reglas sólidas e instituciones fuertes.

Es fundamental devolver la autoridad moral a las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, recordemos que Alemania fue la principal responsable de la actual debilidad de estas normas, también no debemos olvidar que si bien la UE estableció programas de ayuda financiera para enfrentar la crisis, uno de los principales beneficiarios de estos fondos fue la banca alemana. Por todo esto cabe indicar la importancia de la necesidad de realizar un análisis más profundo del rol de Alemania en esta crisis.

Muchos euroescépticos han anunciado el fin del “Euro” como consecuencia de esta crisis, en mi opinión esto no es algo que al menos en un futuro cercano se vaya a dar, al contrario no creo que ninguno de los 17 Estados miembros de la Eurozona vayan a retirarse de ella, mas bien luego de hacer algunas reformas y lograr encaminarse mejor en esta crisis otros Estados miembros podrían ingresar a ella. Se observa que desde la UEM y la UE existe la voluntad política por construir una verdadera unión monetaria como lo reflejan algunas de las propuestas de la estrategia Europa 2020.

Referencias
  • Consejo Europeo. (2012, Diciembre 13). El Consejo acuerda su posición sobre la supervisión bancaria, European Council Press Office.
  • Escolano, R. (2011). La crisis del Euro y la gobernanza europea, Cuadernos de pensamiento político, Fundación para Análisis y Estudios sociales, 69 – 90.
  • Ginsberg, R. H. (2007). Demystifying the European Union: The Enduring Logic of Regional Integration. Rowman & Littlefield.
  • Hacker, Björn, & Van Treek, Till. (2010, Diciembre). What influence for European governance?, International Policy Analysis, Friedrich Ebert Stiftung.
  • Lapavitsas, C. (2012). Crisis in the Eurozone. Verso Books.
  • Navarro, Vicenç. (2012, Junio 26). Causas y consecuencias del Euro. Publico.
  • OECD. (2009). OECD Economic Surveys: Greece 2009. OECD Publishing.
  • Toute l’Europe. (2012). Union économique et monétaire.
  • Unión Europea. (2010). EUROPA 2020 Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. UE-DG.COM.
  • Van Rompuy, H., Barroso, J.M., Juncker, J.C., & Draghi, M. (2012, Junio 12). Hacia una Auténtica Unión Económica y Monetaria. Consejo Europeo.
  • Verhofstadt, G., & Cohn-Bendit, D. (2012, Octubre 9). Crisis shows why EU must renew its vows. Financial Times.


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